jueves, 2 de diciembre de 2010

47

No le robé palabras a nadie, no corté flores de otros árboles, no arranqué cuerdas de otra guitarra que no fuera mía. 

jueves, 23 de septiembre de 2010

45

Hay más dolor en exorcisar un ángel que cien demonios.

viernes, 10 de septiembre de 2010

44

estoy cansado de estar pasado de rosca. sé que tengo que parar de girar, quiero tiempo enroscado en cosas que de verdad importen. *le country music sounds. el viento sobre los pastos altos sopla y se lleva la humedad.

jueves, 12 de agosto de 2010

43

will i ever, ever, evah evangelion, eva (1st woman EVER)... be enough? 

miércoles, 11 de agosto de 2010

42

Alguien que le diga basta. Porque él no sabía parar. 
Alguien que le diga basta y se quede al lado. 

miércoles, 4 de agosto de 2010

41

Los ojos hinchados, los músculos doloridos, la boca seca, los labios partidos, frío y pesadez en el cuerpo. Una petaca de café cognac en la mano. Pasto en la otra. 

martes, 3 de agosto de 2010

40

Cómo me arden los labios por sentir tu sal. Pienso que todavia tenes lunares por mostrar.

sábado, 31 de julio de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

38

sin escapar la carne
atrae balas
baldea con sangre
tierra y levanta polvo.
arde el cuero
estalla guerra
quiere levantar cabeza
alza un talisman
caen las uñas
ladra de verdad.
y ya está
naufraga
más allá.

martes, 27 de julio de 2010

37

Hay amores yogurt: Dietéticos y con fecha de vencimiento.

domingo, 25 de julio de 2010

36

Me agarro a la almohada como el naufrago a las tablas que lo mantienen a flote. Sé que voy a caer y dormir pero espero no ahogarme. No estoy hablando de vómitos; jamás quemé una guitarra en Monterey. Pero sí que sé arder. 

35

Nadie te enseña a ser feliz; pero para cuando sos feliz tampoco aprendiste a disfrutar la felicidad. 

lunes, 19 de julio de 2010

34

Debo demasiados abrazos. Lo que pasa es que todavía no aprendí a levantar los brazos y me cuesta.

lunes, 12 de julio de 2010

33

Y me lavo el culo con servilletas. Y me limpio la boca con papel higiénico. Y es normal, porque yo nunca elijo ser así. Debe ser raro que te guste ser raro y pasarla tan... tán, chan chan *bumbumchás!

miércoles, 30 de junio de 2010

32

Si no fuera que es íntima tuya, ni la saludo.

lunes, 21 de junio de 2010

31

-¿Sabias q tenia una cicatriz en la gamba con forma de J? Ahora le hice otro cortecito al lado y tiene forma de cuadrado.

-¿Una cicatriz que te hiciste vos?

-Sí.

-Te falta el circulo y la X para tener los botones de la play.

martes, 15 de junio de 2010

30

Iba mirando a través de la ventanilla del colectivo y pensé que así se habían ido muchas horas de mi vida. ¿Y qué miraba?, ¿Qué miro?. Nada en particular, a veces la marea de tráfico acompaña, otras contradice la dirección del transporte. Siempre es el mismo fondo, aunque a veces cambia un cartel, aparece una obra en construcción o pienso en ese lugar dónde ya no está el lugar que conocí, como esa casa de videojuegos donde iba a matar el tiempo los sábados, cuando iba a buscar mi subscripción de historietas con Gabriel, mi amigo.
Era una fija tomar el 60, bajarse en Cabildo y Juramento y caminar dos cuadras por Juramento hasta Amenabar, quizás visitar a su madre y abuelas que vivian a un par de cuadras más. O revisar las bateas, charlas con el vendedor e irse con bolsas cargadas de revistas, historias en cuadritos.
Volviamos a salir a Cabildo y poco antes de llegar a Monroe estaba el local que manejaba una familia de judíos que durante los 90s prosperó y llegó a tener el local atiborrado de los más nuevos juegos del momento. Un Virtual Striker, un Marvel Vs Capcom 2, el último King of Fighters. Viciabamos y gastábamos todo el dinero que pudieramos llevar excepto el peso con veinticinco centavos necesarios para volver a casa.
La preocupación del día era llegar al jefe final y ganarle. O que el chico que te pedía jugar contra vos no se supiera todos los combos, te destrozara y cortara el juego por la mitad. A la vista de muchos, bordeaba la humillación. La venganza tenía forma de cospel a precio de veinticinco centavos.
A veces me cansa pensar. Todo el tiempo. A veces pensando me paso de parada de colectivo y termino caminando de regreso un buen tranco. Jamás me molestó la lluvia pero sí me he cansado de mi diálogo interno.
No sabía que Naruto era un ninja adolescente.

lunes, 14 de junio de 2010

29

- Hoy tuve taller de mente maestras.

- ¿Y eso?

- Es un taller en el que vos pedis lo que quieras y el poder de la mente de cada integrante hace que se te cumpla.

- Tengo miedo de que vayas con un grupo de gente a la casa de un cineasta famoso y mates a su mujer embarazada y un par de invitados ocasionales.

sábado, 12 de junio de 2010

22

quiero dejar de pensarquierodejardepensaquierodejardepensarquierodejardepensarquierodejardepenar quiero dejar de penar. emo sido enganiado. emo demasiado emo. emo sin jopo, emo tomado demasiado.

martes, 8 de junio de 2010

22

-Creo que no está bien ni mal. obviamente no tenes que tener expectativas. Nadie tiene qué decirte qué podes hacer o qué no. un amigo puede decirte lo que piensa. Bah, debe hacerlo SIEMPRE. pero despues aceptar lo que elijas y listo. tu vida es tuya. - Nothing i have is truly mine cry. -Esa es una frase que sólo tiene sentido si viene en un papelito adentro de una galletita... fortune cookies, le dicen. Fortuno era un jubilado al que no le alcanzaba la jubilación para pagarse los remedios y tuvo la gran idea de rellenar galletas huecas, no con relleno de limón o cremita, CON MENSAJES IMPORTANTES. Tipo: "soltá". Un híbrido entre idiota e iluminado, como cualquiera de nosotrxs; pero con excelente salida laboral. Ahora le alcanza para los remedios y me alegro por eso.

21

Puedo vivir sin vos. Pero no sé que haría sin Música. Imagino que el primer intento del hombre haciendo música podria haber sido un cavernícola silbando sobre una llama para avivar el fuego que lo abrigaba. O quizás golpeando rocas, intentando crear la chispa, entre golpe y raspe encontró un ritmo que le agradó, se olvidó de las llamas que necesitaba y siguió tocando su música. ¿Quién habrá inventado la primer guitarra? Dicen que mil años antes de Cristo existian númerosos instrumentos parecidos, si no en apariencia en sonido, a lo que ahora llamamos guitarra. Hay tres instrumentos que posiblemente derivaron en ella: Uno es la fídícula. Otro es la lira, a la cual pudieron modificar Hititas y Asirios al agregarle una caja de resonancia. Y finalmente la muy obvia cítara. El primer cantante, la primera banda. La primera canción que cantaste, el primer grupo que te impactó. Nosotros la tenemos fácil ahora, no hay nada que querramos escuchar y no esté al alcance de nuestros oídos con un par de clicks, unas cuantas letras tipeadas en el teclado. Que bien que puedas escuchar a Nirvana, Led Zeppelin, Los Stones, Beatles o Ramones. Sumo, Pez, Pescado Rabioso y Litto Nebbia. Social Distortion o Eterna Inocencia. Jonas Brothers o Arjona (¿Y por qué no? Todos elegimos nuestro veneno). No puedo decir que tengo un recuerdo difuso de mi, pequeño, jugando sentado o dibujando escuchando música que les gustara a mis viejos. En verdad no empecé a escuchar música por mí mismo hasta los 13, 14 años. La verdad es que estaba solo, tan solo que ní música tenía. Un día cualquiera encendí la radio. Primero para escuchar los partidos de mi equipo de fútbol, más tarde para pasar la medianoche con Alejandro Dolina, por recomendación de un compañero de la secundaria. Cómo y por qué, no sé, pero empecé a escuchar la Rock and Pop. Llegaba del colegio y escuchaba lo último del programa de Pergolini y toda la tarde el de Juan di Natale. Mucha música! Los domingos me dormia escuchando Tiempos Violentos, con Alejandro Nagy y Gustavo Olmedo. Mi primer recital, imaginate, fue... Turf! Sí, la banda del ex novio de Celeste Cid (y que penoso que tenga que presentar así a un músico). Me gustaban un par de temas y quise ir, todavía no me explico bien por qué, pero me siguen gustando esos temas. En La Trastienda. Al otro día fui con un amigo a ver a Jesus Martyr, una banda de metal industrial que tocó cerca del Obelisco, en un local medio antro de la perdición cerca de la calle Lavalle. Bien, empezamos a juntarnos con la gente rara, ja. La tercera es la vencida, en un Cemento a reventar, Fun People. De repente encontré el rumbo de mi vida. Esa era la música, esa era la actitud, la gente, las ideas, el amor. ¿Sabía todo eso? No, sólo me gustaba saltar y empujar y que me empujen y llegar a casa cansado, transpirado y cagado de frío. Lo tengo muy claro ahora. No creo que desde los 13 años hasta ahora, mis 28, haya pasado un día sin haber escuchado mi música, por cuenta propia. La necesito. Y le presto mucha atención tambien a la que no es mi música, la que no elijo. La que se empeña en sonar en momentos tristes y malos de mi vida, cuando de repente hay un auto en la calle o estoy de compras en el supermercado. A veces se me caga de risa en la cara, otras es una sonrisa tibia en la cara y otras es un "Ok, el mundo está de mi lado". Todo eso me lo transmite un tipo peludo, que apenas puede pararse en dos patas y que está luchando con dos piedras hace 3000 años. Gracias, me salvaste la vida.

viernes, 4 de junio de 2010

20

NO quiero pastillas para soñar.

jueves, 20 de mayo de 2010

viernes, 14 de mayo de 2010

20

Abrir los ojos es una lucha. Pensar es intentar nadar en el fango, en rios de aguas turbias donde cada brazada cuenta y cuesta. No te podés sostener la cabeza que se cae de sueño. De horas. Caminos. Soles. Personas. Bondis llenos que paran en todas para buscar gente que no hay y que se baje gente que no quiere bajar. 
Está lleno de gente que está donde no quiere estar y trato de no ser uno más. Creo que dejar pasar colectivos y pasarme de paradas es ganar. Pero la verdad es que no entiendo nada.

jueves, 6 de mayo de 2010

21

Creo en que ser romántico implica creer que hay vida en Marte.

martes, 4 de mayo de 2010

18

El sol imponía respeto entre las nubes y ella era feliz, no porque tuviera todo lo que necesitase (aunque fuera así), sino porque sencillamente era feliz, sin explicación alguna para su condición. Simplemente feliz. Naturalmente no pensaba en las causas de su felicidad, al fin y al cabo se dirigía a la plaza donde comía todos los días. Mantenía los ojos bien abiertos, atenta a los movimientos de la gente, como era su costumbre. El agua de la fuente, situada en el centro de la plaza, prometía frescura. El lugar era hermoso. El pasto verde y virgen, no estaba pisoteado ni albergaba basura. Para ella, que había recorrido tantas plazas eso era una singularidad de la cual disfrutaba sin miedo a empacharse. Estaba algo impaciente, él todavía no había llegado. Eso fue suficiente para alterar los colores de su sentida felicidad. El retraso se estiró lo suficiente hasta pasar por toda la gama de colores emocionales posibles. Las nubes se disiparon y el astro dorado habíase marchado a otras latitudes... (Ella esperaba). ...La luna se recostaba sobre finos hilos de estrellas, tiempo y espacio, era (como nosotros) una marioneta más de nuestra realidad atada con alambre. Ella esperaba. No soportó (su doblegado orgullo así lo dictaba) el desplante y se juró a sí misma no volver Nunca Jamás a aquel lugar donde otrora había esperado otras tantas veces a esa persona, donde había sido tan humillada. Pero antes de irse, cansada, con el estomago vacio porque no logró comer, decidió refrescarse en aquella fuente de agua, de aquella plaza que había aprendido a querer. “Mejor un baño”. Se metió al agua, mojó todo su cuerpo y la frescura era suya. Fue un espectáculo admirable el momento preciso que su cuerpo sacudía gotas de agua, mientras la luna iluminaba su sonrisa. Porque, no sé cuantos de ustedes lo saben, las palomas también sonríen.

18

A través de una percepción muy traicionera veía la lluvia. A veces dilataba su conciencia pensando en lo frágil de su existencia. todo mantenia cierta coherencia y consistencia gracias a oportunas apariciones de otros. Sucedía a menudo: el simple retraso de alguien a quien esperaba lo llevaba con facilidad a un estado de confusión y miedo. Se desesperaba porque de inmediato comenzaba la inquisición personal. El lugar, la hora, la persona, ¡el mismo! ¿era él con quien debian de reunirse? quizas... quizas no. Y no recordaba ni queria recordar esos detalles tan angustiantes que se empeñaban en aquejarlo durante esos minutos largos. Pero, ¡momento! que ahí llegaba la prueba viviente de que lo que vivía era, indefectiblemente (irremediablemtente) algo no ficticio; y no sólo un sueño o su delirio como se animaba a suponer escasos segundos antes de encontrar esa sonrisa en los demás, en varias oportunidades, en varios deja vú. Entonces, el cielo estaba nublado y la madrugada estaba bastante avanzada. Nubes espesas, oscuras, grises, sin forma abarcando la luna, el horizonte y más allá, Así fue esa noche. Y llovío. Llovía. Agua que no alcanzaba para limpiar la decadencia de Buenos Aires, Argentina, o la verguenza de su gente. No podía tapar el olor a mierda y corrupción de estos días. La miseria humana es inmune a la humedad. La musica que flotaba en el aire cargaba electricidad y melodía, lo transportó a otro lugar. Luego, él no supo decir si era mejor o peor. Allí, los sentidos eran un mero recuerdo de esta ¿realidad?. Se sintió bien, ligeron sin el peso de tener que escuchar; ver; oir; oler; saborear; tocar... ahora las cosas no tenían ninguna limitación. Se asombró cuando sus emociones se dispersaron y corrieron por donde quisieran porque no estaban atadas al firmamento, siquiera un cielo demasiado alto para alcanzar. Era un todo unificado. El tic tic del agua estallando contra el vidrio de la ventana de su habitación lo encontró con la cabeza en la almohada. -Pero ¡mierda! ¿era un sueño?- Ya era de día pero aun seguía lloviendo. La lluvia estaba allí para comprobar que sí, que lo anterior era un sueño. Y sin embargo, la voz de la lluvia se escuchaba débil desde adentro, no lo convencía para nada de que todo ese "otro lugar" era totalmente imaginario. "Deja Vú", necesitaba algo que pudiese digerirlo entero a este mundo. Timbre, Camina, llave, abre, "hola". -Hola, ¿que tal?, ¡como llueve!, disculpáme que llegué tarde...

jueves, 29 de abril de 2010

17

- El cuerpo humano tendría que tener un sistema de scoring: mejor persona sos, más resistente. ponele, le tirás un tiro a Gandhi y rebota.

- Creo que tiene un sistema de scoring... ¡Pero es inversamente proporcional a la calidad humana! Igual, fijate que Gandhi andaba en bolas y nunca se resfrió. Quizás con un pulover hubiese sido otra cosa. No te digo que rebotaban las balas pero... Más rápido que una locomotora por lo menos.

14

Creo que la primera vez que miré un arco iris me maravillé. probablemente hubo algo de decepción, recuerdo que los que veía en los libros eran más lindos y memorables, más nítidos. Eran siete colores distintos, perfectamente unidos y doblados como mimbre, que por lo general surcaban un cielo celeste. No lucen tan bien en persona. A menudo me preguntan porqué tanta fijación con el cielo. Puede que sea un secreto miedo a que caiga. Sí, tengo miedo que el cielo se caiga. ¿Qué sostiene al firmamento?, ¿qué impide que se desmaye sobre nuestras cabezas?. Claro, con interrogantes así, mirar hacia arriba se vuelve natural. Después viene el proceso de "descubrimiento" de cada una de las cosas: color, nubes, lluvia, tormenta, el sol, la luna, el día, la noche y un sin fin de cosas más que no podemos ver. Una vez, cuando en medio de una conversación salió el tema, me explicaron por qué y como se forman los arco iris. No me gustó para nada la explicación. fue muy... científica. No tengo nada en contra de la ciencia, pero en algo tan, creo, romántico como un arco iris una mera explicación cargada de pura objetividad me chocó muy fuerte. Le quitó toda la mística posible... toda la magia. Es que la belleza de muchas cosas tiene el agregado de nuestra complicidad, de nosotros mismos, ahí, observando, admirando, sintiendo, generando. Cuando me hablaron de algo tan bien guardado en mi corazón de una forma tan seca, me sentí mal. Se torna necesario admirar cosas tan... honestas como para mí lo son los arco iris. Quizás algún día aprenda a remontar uno por mi mismo, sería divertido.

martes, 27 de abril de 2010

14

A veces te toca vivir la vida de otra persona, no más de diez minutos. Y te das cuenta que es difícil para todos. Para algunos más que para vos. Pero eso no te alivia, te entristeze por ella. Y sentis pena por él. No pude hacer más que abrazarla y escaparle a sus lágrimas. Avergonzados, porque la tristeza, lo sabemos los tristes, da vergüenza. 

miércoles, 21 de abril de 2010

13

Tres de la mañana de una noche cualquiera de diversión. Las noches de diversión no son como cualquier noche para mí. Al menos no son tan comunes como para otra gente. Son inusuales. Supongo que son “cualquiera” para la gente que vive en esas noches, no es mi caso. Soy muy ente.

Bien, eran las tres de la mañana, y no había mucho por hacer. El cuadro se conformaba de tres personas: Hernán, un chico alto, charlatán y fumador. Fumaba mucho y sabía sacarle formas al humo de sus Marlboro. Los anillos eran su especialidad. Hablaba y hablaba. Le gustaba hablar, de él generalmente, de sus conquistas amorosas. Tenia bien ganado el respeto del grupo de amigos que esa noche no estaba. Yo lo respetaba porque sabía hacer aros de humo.

Diego, el alegre Diego. Siempre ahí para levantarte el ánimo, a veces ermitaño, perdido. Bohemio, amante del jazz. Comprador compulsivo de discos de Miles Davis y Ellington. Vivía en la atemporalidad, fuera de toda línea cronológica común al resto. Su casa era linda y elegante; lo representaba bien. Ah, siempre olía bien. Nunca le pregunté que perfume usaba, no sé a que olía.

Y por último, yo.

El lugar era un barcito, en una calle perdida de Devoto. Ninguno de los tres había estado antes allí, en ese bar, pero tenía todo lo que queríamos: cerveza fría y pool. Suficiente excusa como para ocupar sillas, reír y compartir cosas. Nada del otro mundo, como dije, una noche cualquiera de diversión plana.

Nunca tuve bien en claro cómo ser ante la gente. Eso debe de ser porque nunca supe bien quien era. Yo sabía quienes eran ellos. Los quería, eran amigos, y aunque nunca se los supe decir, sabía que ellos lo notaban. Y ahí estábamos: los anillos de humo, Miles Davis, las risas y la maldita bola ocho que se empeñaba en caer antes de tiempo.

Ronda de cervezas. Una, dos, tres, cuatro, otra?, cinco, seis, cuanta plata tenemos?, siente, ocho, risas, basta.

A los tumbos, y con el alcohol a cuestas nos levantamos. “Chau”.

La calle estaba más oscura que la última vez que la había visto...

“Y ahora?”

“Qué? A caminar.”

lunes, 19 de abril de 2010

12

-¿Hace cuánto que volvió con vos?
-Un par de semanas. Habia vuelto con el novio, pero empezó a pegarle y se lo espanté para que no vuelva más. Tuve que sacar el fierro.
-¿Clint Eastwood o Charles Bronson?
-No... No... Cero violencia (se rie).
-Y ahora jugás al golf todos los días...
-Pero ya estoy viejo... Ahora me duele la cintura y no doy más. Le dije que me lavara unos platos pero me dice "no, Nacho, yo soy prostituta".

jueves, 15 de abril de 2010

11

¿Y cuándo fue la última vez que dijiste "te quiero"?
Sin poner a prueba a la otra persona, sin segunda intención, sin pensar si era demasiado pronto, sin miedo.
Pensaba que es algo muy natural entender la inocencia como un defecto. Equipararla semanticamente con la estupidez. Lo único que les da la razón a las personas que piensan así es una especie de pacto implícito de toda la sociedad en donde otra persona te lastima y sos un idiota por permitírselo.
Terminás creyendo que sos un idiota y el dolor se transforma en rencor. Y a veces no es tan fácil hacer el ojo por ojo a la persona que te lo causó, así que te vas a desquitar con la próxima. Ella lo hará con el siguiente.
A todo este proceso insistimos, a veces, en llamarle histeria. Digamoslo claro: nos comportamos como bastardos.
Y sin querer queriendo entramos en este juego. Todos sabemos que no está bueno, que es una cagada, que de repente es complicado querer a una persona y se dificulta mucho a la hora de expresarlo! De repente dudamos y sentir se transforma en un fastidio y nadie se quiere comprometer. Algunos ahogan las penas en alcohol, otros en otro tipo de fraude menos exagerado, más obvio.
Vamos a hacer cualquier cosa para que la otra persona se dé cuenta, excepto decir "te quiero". Que terrible error! (sarcasmo).
Que terrible error.

martes, 13 de abril de 2010

10

Corazón roto de sábado a la noche la voz que te salva el frio que no molesta la palabra que te hace bien el silencio que no incomoda la sonrisa que no ves las zapatillas que se pisan solas la noche que se repite. ya no camino por las paredes ahora soy más fuerte porque entiendo que soy mi única debilidad y ya nada me puede lastimar.

9

Lluvia y torta fritas.

sábado, 13 de marzo de 2010

8

¿Cuántas historias hay? De vernos sin encontrarnos en la mirada. La cabeza en dirección contraria a los ojos que siguen al otro, pidiendo con verguenza, a gritos ¡MIRAME!
Sucede con frecuencia.
A veces sonreímos y a veces no.
Pero es lo último que nos queda cuando ya perdimos hasta la resistencia. Crédito ilimitado de momentos que pudieron haber sido, de alzar la vista y preguntarte a vos mism@, ¿Qué hago acá? Y tenemos la respuesta. Es un pulso que tratamos de mantener para seguir de pie, más vivos, menos muertos, al menos dignos.
Estoy seguro, ahora, de que lo peor del viaje es, siempre, irse.
Aunque no haya quien nos despida.
No queremos perdernos nada, ni el cielo, el sol, ni siquiera el quizás.
Estamos acá porque quisimos y nos vamos porque hay que seguir adelante, aunque eso implique volver sobre nuestros pasos para dejar todo atrás y seguir añorando.
Tenés que tirarte a la pileta y golpearte para sentirte real.
¿Cómo es eso de sentirse frágil e invencible? A veces no sabés qué ganaste, pero no sentís haber perdido nada y entonces queda suponer que empatarle a la vida (alguna vez) es un buen resultado.
Pero tenés que salir a ganar.

7

Tiró el cigarro recién empezado a la calle, subió el cuello del sobretodo y echó a andar. Si apuraba el paso quizás no se mojara tanto, pero daba la impresión que más empeño ponía y más llovía. Se resignó a llegar empapado y aceptar las bromas de ocasión.
Le rondaba en la cabeza la pregunta: "¿qué carajo estoy haciendo acá?". Recordó ese dicho que dice que una vez en el baile hay que bailar y supuso que una vez bajo la lluvia hay que nadar. Se rió solo cuando pensó que no tenía traje de baño.
Una mujer pasó a su lado y, divertida, le sonrió. Los dos nadaban sin traje de baño.
Puto cambio climático.
Si Buenos Aires se parecía cada vez más a Londres, ¿dónde escaparía?. Se había dado cuenta que estaba a gusto en la ciudad, los salvajes locales ya no respondían dubitativamente cuando pedía precio por algo en las grandes avenidas, entendía el idioma y conocía los dóndes, qués y quiénes que le importaban. La misma sensación que sintió en muchos otros lugares y que le urgía seguir caminando y escaparle a la comodidad, al tedio cotidiano.
A él le resultaba aburrido todo. Todo menos el viaje. Entonces viajó y empezó a hacerlo de muy joven, ni bien pudo sacarse de encima las alas protectoras de su familia bien.
Recaló en Buenos Aires después de muchos años y se quedó por la misma razón que se quedaba en los lugares: una mujer.
¿Qué carajos estaba haciendo ahí? El sabía muy bien la respuesta, pero seguía preguntandose eso. Era difícil no hacerlo cuando la humedad de su ropa interior se escurria entre los pasos de sus piernas y sus pies helaban más que su cara. En la calle no había nadie más compartiendo su miseria. Se sintió muy solo.
Era hora de seguir viaje pero había hecho promesas y debía cumplir al menos una más.
Luego hablaría con ella.

6

Cavó más rápido, sacando tierra e hiriendose las manos en el esfuerzo hasta golpear con la pala la superficie de madera que buscaba. Levantó la mirada hacia el horizonte que se acercaba a pasos, apuntando con pistolas y vistiendo sombreros. Abrió el ataud, sacó el arma y disparó un trueno ensordecedor. Los hombres que morían no gritaron más fuerte que las balas y todo terminó demasiado pronto.
Una mueca en los labios.
Venganza.
Subió al caballo y no miró atrás.

viernes, 12 de marzo de 2010

5

Dónde estás antimateria que no te puedo encontrar? Hoy estoy contento. ¿Estás contenta por mi? Avisame, mandá sms... O humedecé el espejo con tu aliento y escribí una nota efímera para una finita posteridad.
Quizás sea afortunado y no lo lea.
Aunque muera por verte.
Callado.

jueves, 11 de marzo de 2010

3

Este no es el primer blog que inicio. Tampoco el segundo. No creo que sea el tercero y tengo muchas dudas que rankee cuarto. Posiblemente sea un número entre el octavo y décimo algo.

No sé si voy a ser constante, pero no lo voy a cerrar aunque pase mucho tiempo sin postear. Quiero que sea acá donde escriba cuando tenga ganas. O rescate cosas que escribí en otro lado hace tiempo.

Sin dar tumbos.

Una taza de chocolate por vez.

miércoles, 10 de marzo de 2010

2

A las cuatro de la mañana hay olor a facturas.
Facturas calientes recién hechas.
Es un rico aroma y supongo,
de acá a unos años me recordará estas noches.
Largas indeseadas noches.
Con olor a facturas.

martes, 9 de marzo de 2010

1

Camina la calle de los domingos, que siempre es la misma. La misma no gente, los mismos no autos, la misma nada que encontrás cada séptimo día. Será así para que, obligados, pidamos que todo vuelva a empezar. Entonces, ¿Qué nos alegra de los viernes? Somos cínicamente cíclicos. Incansables.
No le escapamos a nuestro Ra...gnarok personal, un poco de inconsciencia, un poco disfrutar.