martes, 27 de abril de 2010
14
A veces te toca vivir la vida de otra persona, no más de diez minutos. Y te das cuenta que es difícil para todos. Para algunos más que para vos. Pero eso no te alivia, te entristeze por ella. Y sentis pena por él.
No pude hacer más que abrazarla y escaparle a sus lágrimas. Avergonzados, porque la tristeza, lo sabemos los tristes, da vergüenza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
lei todo el blog, muy copado. Saludos. nadia.
ResponderEliminar